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Apuntes Miércoles 12 de Noviembre

| miércoles, 3 de diciembre de 2008

Miércoles 12 de Noviembre

Señalábamos ayer el camino para abordar el estudio de los hechos urbanos ante la complejidad que presentan.

Locus
(Rossi): podemos hablar de él a escala general o sectorial según el caso concreto. La existencia del Alcázar ha justificado la existencia de una ciudad y todas sus expansiones iniciales. Su locus por tanto tiene una escala general.

En el siglo IX el castillo introduce Madrid en la historia documentada. Su final, como alcázar, en 1734 cuando un incendio en una de sus torres se expandirá y arderá todo el palacio. "El suceso más triste de la historia del arte española": se perdieron obras en un volumen similar a dos Museos del Prado, 2/3 partes de la colección que albergaba.
Los daños del incendio imposibilitaban una reforma o ampliación, habría que optar por un nuevo palacio. Se construirá el actual Palacio Real, materialización de ese locus desde el XIX hasta nuestros días.
Hoy nos ceñiremos al antiguo castillo, dejando el nuevo palacio para otra clase.
Imagen del Alcázar de Wyngaerde.
Wyngaerde nos ilustra el castillo justo antes de la decisión de Felipe II de asentar la capitalidad en Madrid en 1561. Nos presenta un castillo potente, en un alto. Un castillo medieval de origen árabe en cuya fachada al Manzanares se distinguen cuatro cubos coronados por chapiteles cónicos o piramidales.

La fachada principal, de acceso, presenta una formalización distinta: dos torres prismáticas, cúbicas, con portada central y unas alas laterales. Una fachada radicalmente opuesta a la del Manzanares.

Y lo vemos asentado en un terreno en el que destaca la naturalidad frente a lo artificioso del barroco. Un claro contraste también con la regularidad del Escorial: su uniformidad, trazado, lonjas, jardines, etc.
Ampliaciones de Madrid hasta los Reyes Católicos (original + 2 expansiones)
Frente al castillo observamos un espacio vacío (entre castillo y almudaina). Se trata de un espacio satélite, que se regularizará muy tardíamente. Lo que hoy vemos no es lo que se llegó a regularizar a finales del XVII principios del XVIII.

Plano de 1700 de Nicolas de Fer. (Ampliar Imagen)
La imagen puesta en clase representaría el castillo en 1734, vísperas del incendio. Vemos al castillo en la misma posición pero con una terraza ya regularizada donde veíamos el vacío anterior. La tapia separadora con el barranco antes llegaba a mitad de fachada. Se trata de un espacio trapezoidal con acceso lateral.
Por la Calle Mayor accedemos desde el sur. La entrada ceremonial justo al llegar al castillo se tornaba complicada. No encontramos aquí la perspectiva y axialidad de Versalles. En eso se parece más a el Escorial o al Partenón. Hay que entender que hubo voluntad de entrar de ese modo. En visión frontal de la ciudad lo que vemos es un castillo alzado sobre una montaña:

locus de la ciudad = locus del castillo

La montaña es la base permanente de castillo y ciudad.

Años después, con la Ópera, se intentará una aproximación diferente.

Otra diferencia es el gran Puente de Segovia. Una arquitectura que es mucho más de lo que el Manzanares exigía. Se trata de la entrada monumental desde la que tenemos esa visión de ciudad y castillo de la que hablábamos. El puente se convertirá en símbolo incorporado a las representaciones de Madrid que nos muestran puente y palacio como imagen consolidada de Madrid y de la monarquía española.

Más diferencias: el castillo ha crecido, es el doble de grande. Se ha hecho palacio creciendo hacia dentro.
Intervenciones secundarias por atrás, en relación con un monasterio existente por allí. Al este también está el vacío que ocupará la Ópera. Se trata de un castillo que crece con varios patios en su entorno en sucesivas ampliaciones. El Palacio Real volverá a ser un cuadrilátero pero de otra dimensión, ocupando ya todas las ampliaciones.

Las extensiones del palacio serán por tanto interiores y exteriores. No se tocará el frente del Manzanares.
Representación de Teixeira
. (Ampliar Imagen)
Momento de gran esplendor del palacio:
- Huertas adyacentes
- Casas de servicio en línea con su fachada de acceso
- Muro del barroco que llega a mitad de fachada.
- El gran escalón permanece sin ajardinar.
- "La Puente", de Juan de Herrera, monumentalizando la entrada.

5 Alzados de Julio Cano Laso de la ciudad de Madrid desde la época mora.
Se observan las diferentes etapas del castillo y evolución de Madrid. En las dos últimas fases destaca la cúpula de San Francisco el Grande.
Alcazar de Wyngaerde
.
Fijarse en las diferencias entre ambas fachadas. En la época en que Carlos I abdica y Felipe II asienta la capitalidad.
Imagen del Castillo desde la ciudad
.
Imposible de ver así, perspectiva "de arquitecto" que elimina edificios (casas de oficios) para presentar una visión conjunta del edificio, presentando fachadas de acceso y oriental.
Aparece la Torre Dorada de Felipe II que articula y rompe la continuidad del diedro. Se trata de un volumen nuevo que llega a la arista superponiéndose justo en la esquina, sobresale de lo ya construido. Se trata de un tercer elemento a añadir a las fachadas.

Fachada oriental: palacio con un cuerpo bajo, cuerpo principal con balcones con guardapolvos bien ordenados, y último cuerpo con huecos y pilastras formando galerías parecidas a las de Gil de Hontañón en Santiago. Galería cerrada con fenestración clara y apretada. Un nuevo piso a modo de ático. No apreciamos cual será el ritmo de huecos pero lo imaginamos similar al de la planta inferior.

Fachada de Acceso: renacentista con elementos prismáticos sólidos poco perforados y alas desiguales. Coronación menos resuelta que la anterior, poco arquitectónica. Portada de tres pisos y tres calles (9 elementos desiguales) coronada con escudo, se trata de una fachada retablo. Se trata de una composición de palacio frontal, propia de la época en que se hace.

Frente a ello contrasta la Torre Dorada , visión nueva con rasguños de Felipe II. Antecedente del proyecto (y coetánea) del Escorial. Otros edificios coetáneos: Alcazar de Toledo y El Pardo.

Carlos I planteó reformas de posibles residencias reales por si fijaba su residencia. El primero fue su palacio en Granada, imagen perfecta exacentista. Destaca por su patio circular envuelto por un prisma cuadrado rodeado de una lonja, en la Alhambra. No lugar a comparaciones con el Alcázar.

Las candidatas a la capitalidad de España:
- Sevilla: en la salida hacia América. De haberse optado por esta ciudad se hubiese tratado de una decisión geopolítica orientada hacia el futuro.
- Toledo: la gran capital a lo largo de la historia. Su alcázar podría haber sido la residencia del rey.
- Madrid.

Hacia 1550 se decide reformar las residencias de los alcázares de Sevilla, Toledo y Madrid. El Alcázar de Toledo goza de una situación en lo alto similar al de Madrid. Un gran cuerpo que envuelven patio, muy potente y de gran pástica. Fachada renacentista de Covarrubias que se desentiende de la de Madrid.

Palacio del Pardo: palacio doméstico de Luis de Vega ayudado por Gaspar de Vega, que no eran de la talla de Covarrubias. Se trata de un palacio de caza, algo así como el equivalente de Versalles para Luis XIV. Una casa de caza, un pabellón convertido en palacio.
Un cuadrilátero palaciego con falso caracter militar acentuado por 4 torres. Cuatro crujías que envuelven el patio. Acabado ya en el reinado de Felipe II, presenta estilo herreriano en los remates formales de cubierta, deudores de la Torre Dorada o el Escorial, no propios de Luis de Vega. Si le quitamos eso las fachadas no son muy distintas de la fachada oriental del Palacio Real.

El Escorial y el Alcázar.
La fachada unitaria del Escorial no es comparable con la del palacio, allí se trataba de una ciudad ideal comparable con toda una ciudad. Sí podríamos comparar alguna pieza del palacio y el palacio privado del monasterio. En el palacio hay estancias de servicio ni siquiera tan regulares como las que hay en el convento.
La Casa del Rey en El Escorial
. Para acceder al rey habría que llegar de algún modo al palacio público. Después realizar un recorrido laberíntico, sucesión de espacios entre salas grandes y adornadas y pasos estrechos, hasta llegar a su presencia. Se trata de algo totalmente distinto a la visión jerárquica francesa. Juegos esquinales, pasos, volúmenes menores. Ese modo de montar palacio sobre iglesia y demás juegos nos ayudan a explicar las funciones con que vivían o necesitaban en aquella época, amén de la visión española de cómo organizarlo.

En el Alcázar lo que tenemos es un patio propio de una función militar duplicado en un nuevo patio, desiguales en tamaño (6x6 y 6x9) y forma, Patios del Rey y de la Reina. Será la planta la que nos explique las irregularidades en fachada.

Evolución de la Fachada.
1. Desmochado de las torres.
2. Traslado del escudo a la peineta
3. Simetría final de la Torre Dorada
Una vez el edificio estuvo acabado se produce el incendio.

En Versalles la iglesia está en un lateral exterior. En el alcázar presenta una disposición central entre ambos patios, casi axial con la entrada del castillo. Tardogótica, con artesonado mudéjar (de lo primero que ardió), la pieza sirve de articulación entre ambos patios.

Imágenes de la 1ª mitad del XVIII - finales del XVII.





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1 comentario:

Juan ORTiz DELgado dijo...

Corregida una errata señalada por huyqmal en el tablón: el incendio del castillo fue en 1734 y no en 1784 como ponía.

Gracias por el aviso!!!

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