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5 bolígrafos y media clase

| miércoles, 10 de junio de 2009


5 bolígrafos y media clase



Como ser maniático que soy para ciertas cosas, necesito un Pilot BPS-GP azul para tomar apuntes. Los bolis ya no son lo que eran, duran muy poco.

Me he permitido el lujo de dedicarle un curso entero a una asignatura. Y a la postre me ha faltado tiempo para hacer todo lo que pretendía. El blog ha sido, entre otras cosas, la disculpa para llevarla al día, leyendo la bibliografía al completo y buscando información de cualquier cosa. Éste planteamiento ha hecho que me se sienta menos estudiante y más investigador.

Es de agradecer que el planteamiento del curso no sea una crónica de estilos arquitectónicos o una historia de los artistas, como se nos avisó en las primeras clases. Fijarse en el por qué y no en el cómo. Un planteamiento que invita a pensar. De ser un contenido teórico pasa a ser experimental. Lo he vivido así y por eso lo he disfrutado.

Mi consejo para estudiar la asignatura va por ahí. No se debe afrontar como un catálogo de contenidos a memorizar. Es más divertido tomárselo como una narración, una sucesión de hechos concatenados. Los acontecimientos, la geografía, condiciones sociales, ideales, obras y arquitectos… son los que explican y ejemplifican el devenir de la ciudad y por tanto de la arquitectura.

Creo que hubo suerte en que nos tocara Madrid. Es una ciudad que se entiende fácil, al menos hasta Bidagor. Hubiera estado bien un par de semanas más de clase. Al final no dimos los poblados y me hubiese gustado analizar un poco más la ciudad contemporánea, comprobar que Rossi ya no llega para explicar la gran metrópoli.

Haber tenido que comprar otro bolígrafo, porque el 26 de mayo, a media clase, tuve que coger un lápiz.



Con los apuntes y material recopilado durante el curso montaré un dvd que estará disponible en la biblioteca.
Ésta y alguna otra entrada servirán de introducción a esa edición en pdf.


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